Por fin pudimos ver volar a nuestro elefante, pero no
creáis que fue fácil, después de todo los grandes proyectos necesitan varios ensayos hasta que salen bien, ¿verdad?. La
seño llegó el viernes pasado con tres grandes globos llenos de helio. Queríamos mandar a nuestro elefante de goma a hacer un largo (o corto) viaje en la cesta que
habíamos construido."
Luco", que así se llama el elefante, llevaría consigo una carta dónde
explicábamos quienes éramos, y que nos gustaría recibir un mensaje si alguien encontraba nuestro globo en "algún
país lejano" (la
habréis leído al final del trabajo sobre el proyecto). Pero el primer inconveniente con el que nos encontramos cuando ya teníamos la cesta enganchada al globo fue que el elefante elegido para hacer el viaje era demasiado pesado... el globo no se elevaba, ¿qué hacemos? preguntó la
seño preocupada. Nosotros que somos muy listos, le llevamos a la
seño hasta cinco elefantes de distintos tamaños. ¿Todos estos elefantes tenemos en la clase ?
Uno a uno los fuimos probando, hubiera sido interesante tener una balanza. Pero nada, ninguno podía volar en nuestra cesta. Incluso Pedro ideó hacer uno de plastilina pero tampoco sirvió. Por fin pensamos que tenía que ser un elefante de papel y... este era el pasajero ideal .
Salimos al patio para verlo despegar y esto fue lo que ocurrió:
Ya estábamos planeando hacer otra cesta cuando el profe Antonio apareció con nuestro globo,
¡había conseguido rescatarlo!
Ilusionados con la segunda prueba y con muchos espectadores, volvimos al patio, ¿queréis ver lo que pasó?
¿Dónde llegará?
A El Puerto, dijo Pedro.
A
Chipiona, dijo Reyes.
A Zaragoza, dijo Nicolás.
A lo mejor lo veis este verano volando. Feliz verano a todos y besos a mis niños.